Definido como sistema analógico, actualmente la gestión (grabación, compresión y visualización) es digital, al igual que las cámaras cuyos principales componentes son digitales. La imagen que transmite es de tipo analógico, resultando en mayor peso de imagen, menor resolución (hasta 700 líneas) y menos posibilidades de tratamiento de imagen.
En un sistema analógico las equipos tienen un menor coste pero la transmisión de imágenes por Internet es inferior en calidad y velocidad.
Los sistemas analógicos de alta definición, también conocidos por CCTV HD o HD-SDI, son la respuesta definitiva a la calidad de imagen. No se produce ningún tipo de compresión, dando lugar a una imagen nítida y detallada, con capacidad de identificación.
La capacidad de obtener imágenes entre 1,3 y 2 Mp permiten dar más cobertura con menos cámaras.
Los sistemas IP se asemejan a una red de ordenadores, cada cámara procesa y codifica su propia señal que se transmite por la red, con diversas formas de grabación, desde tarjetas sd individuales a grabadores en red o servidores. Dispone de múltiples opciones para la gestión remota del sistema.
La videovigilancia IP nos proporciona calidad de imagen en un amplio rango, desde resoluciones similares al video analógico hasta 10 Megapixels, con gran capacidad de magnificación de imagen, sin pérdida de calidad.
La tendencia del mercado y el futuro de la videovigilancia es la alta resolución, ya sea con sistemas CCTV-HD o IP.
